Fue nombre tonto al principio, mis únicos dos amigos tenían este tipo de cuentas donde expresaban las cosas que no podían hacer de otra forma, no recuerdo si escribían pero si recuerdo que dibujaban y aunque a mi me gusta hacerlo siempre he preferido expresarme como si se lo contara a alguien, como un diario, pude que haya leído a Ana Frank muy chica y sentí que las palabras en papel podrían ser mis amigas también.
No estoy segura de cuantos diarios he tenido, escribía mucho y creo que la razón era que sentía que las hojas podían guardar mis secretos, lo que me hacía llorar y lo que me hacía reír. En realidad no tenía que ser una libreta con pasta dura y hojas a rayas, yo utilizaba cualquier cuaderno con hojas suficientes para soltar la mano de vez en cuando, muchos de mis cuadernos de materia tienen dos o tres hojas con lo que sentía en ese momento, espero que mis profesores al hacer las revisiones periódicas de los cuadernos no hayan leído aquello y si lo hicieron, una disculpa, era mejor que ponerme a llorar durante sus clases.
Con todo esto espero que se entienda que escribir no es capricho, es necesidad, aunque no siento que sea sólo mía, para mi es algo básico de cada uno de nosotros, algo que todos pueden hacer, cualquiera tiene un diario y escribe lo que siente, es algo simple, soy alguien simple.
De niña solía sentir que había algo especial en mi, es algo que muchos adultos a mi alrededor me decían, nunca sentí encajar del todo con personas de mi edad, desde el preescolar e incluso hasta el día de hoy, me han dicho que eso solo me lo invento pero es recurrente la sensación de estar en medio y tener una incomodidad incontrolable que me hace torpe mientras digo ”lo siento” para todo, ¿eso es lo que me hace especial? que porquería, desearía poder tener una mejor interacción con gente de mi edad en lugar de ser esta persona que le agrada a los adultos por la sumisión en la que la criaron.
Tener una vida simple es lo que me aterriza a veces, ya deje de creerme especial pues he conocido a gente magnifica que me hace pensar en cómo es que logre conocerlas, me hace sentir tan chiquita e insignificante la mayoría de las veces desde la admiración aunque puede llegar a tornarse en decepción hacia mi persona, por lo mismo no me sorprende cuando los cercanos se van ¿por qué se quedarían? soy lo de lo más ordinario, alguien más en el vagón a quien no le prestas demasiada atención.
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