Te leo, te siento pero no te escucho ni te veo.
Es difícil hacerlo es muy muy pesado, ya lo dije, vives en mi, aún lo haces y esto es lo que más trabajo me cuesta porque estoy bien unos días te leo y veo, el problema viene cuando te siento, sentirte ha sido tortuoso.
Me resulta complicado hacerme a la idea que volver a sentirte como antes no va a pasar, es muy probable el no volver a sentir tus manos y lo suave de tu piel, sentir tu olor y el calor de tu rostro. Tiemblo cada que pienso en eso y los ojos se me llenan de lagrimas. Amo tu cuerpo pero más amo tu ser y el saber que no sentiré de nuevo directamente ese amor que siempre me diste vaya que es pesado.
¿Pero sabes? Creo que lo que más me pesa de todo esto es sentir que tú ya no me sientes, tener siempre en la cabeza que por cosas que hice mal o por decisión propia dejaste de sentirme. No creo ser indispensable y no espero serlo nunca, solo quiero ser como tú y que no me pesará tanto el que no me sientas. Yo sé que suena un tanto egoísta pero no puedo evitarlo, me siento morir cada que pienso en lo bien que te está resultando todo, siento como si siempre hubiera sido un problema, un lastre, pero bueno, no me sirve de nada lamentarme.
Trataré de seguir adelante, porque el tiempo no para, tal vez esa misma tendencia del tiempo aligere poco a poco esta carga que tanto me pesa.
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