No lo leas

Odio verte, odio tu cara, no imaginas como detesto verla no poder evitar extrañarte, me invade el sentimiento cuando sonríes, si tu cara ya era bella esos dientes tuyos la vuelven hermosa, hace tus ojos chiquitos y se marca un pequeño hoyuelo en tu mejilla, es mi espectáculo favorito; lo único malo es que ya no sonríes conmigo, está bien y lo entiendo, me hace feliz que seas feliz pero esperaba que lo fuéramos juntos como tantas veces platicamos, solías repetirlo mucho y aunque yo no me convencía del todo ahora es mi mayor deseo, lo lamento, sé que estoy mal al aún tener esperanza si la realidad es más que clara y ambos estamos mejor sin el otro, no sé qué me sucede ahora, creí haberlo entendido ya, no nos hacemos bien. Tú me dueles, si, todavía dueles pero supongo que yo dejé de dolerte hace tiempo, es más, dudo haberte dolido después de todo, creo que te dolía más cuando existía un nosotros. Me alegra que sonrías, siempre me ha alegrado, mi asunto es que llevaba tanto tiempo sin ver tu sonrisa que mi corazón quiere derretirse, convertirse en agua y brotar por mis ojos; es posible que vuelva a verla y esto que me ocurre justo ahora pasara siempre que tus dientes adornen tu rostro y mis ojos estén ahí para admirarte, estoy segura de ello, así como lo estoy de que ninguna de tus sonrisas volverá a ser ni por ni para mi.